La cultura como derecho fundamental

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Buenas tardes delegados y estimada presidencia.
Me gustaría presentarles una propuesta intrínsecamente relacionada con el tema tratado por esta asamblea.
Nadie pone en duda que la cultura y el arte son los cimientos sobre los que se construyen nuestras identidades nacionales y colectivas, al tiempo que fortalecen la cohesión de la Unión Europea en su diversidad.
Siendo esto así, considero que, para lograr el desarrollo pleno y equitativo de nuestras sociedades europeas, el reconocimiento del acceso a la cultura como un derecho fundamental, al mismo nivel que la educación y la sanidad, debe ser un objetivo que tenemos que cumplir. No podemos ignorar que el acceso a los bienes culturales y artísticos sigue estando condicionado por barreras económicas, geográficas y sociales que impiden a muchos ciudadanos ejercer plenamente su derecho a participar en la vida cultural.
Según datos de Eurostat, en 2022, la tasa de participación en actividades del sector cultural entre las personas con ingresos más altos fue al menos el doble que la de aquellos con los ingresos más bajos en diecisiete estados miembros de la UE. Por ejemplo, en Bulgaria, las personas con los ingresos más altos tuvieron 6'5 veces más probabilidades de participar en eventos culturales que sus conciudadanos. (Gráfico adjuntado al final)
Planteó ahora las siguientes preguntas, ¿se debería añadir el derecho al acceso equitativo a la cultura a la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea? ¿Podríamos aumentar la financiación de programas culturales accesibles para todas las edades y clases sociales en los estados de la UE? Y ¿tendríamos que garantizar la gratuidad o precios reducidos para el acceso a museos, teatros y otros espacios culturales, en especial para estudiantes y personas con bajos recursos?
Delegado Tomás Morales, Zaragoza.

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Buenas noches delegados,

Quisiera agradecer al delegado por su intervención y por plantear un tema tan esencial como el acceso equitativo a la cultura dentro de nuestra Unión. Es evidente que la cultura, como base de nuestra identidad colectiva, debe ser no solo preservada, sino también democratizada para que todos los ciudadanos puedan beneficiarse de su riqueza.

Comparto la preocupación expresada respecto a las desigualdades en el acceso cultural, y considero que los datos presentados, como el caso de Bulgaria, ilustran de manera alarmante la necesidad de una acción más decidida en este ámbito. No podemos permitir que factores económicos o sociales determinen quién puede o no participar en la vida cultural de la Unión. Es un problema que debemos abordar con urgencia.


Elevar el acceso a la cultura al nivel de derecho fundamental en la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE es una propuesta ambiciosa, pero absolutamente necesaria. Este reconocimiento no solo subrayaría su relevancia, sino que garantizaría su prioridad en las políticas públicas de los Estados Miembros, consolidando así la cohesión europea. Asimismo, aunque programas como Europa Creativa han demostrado ser eficaces, es imprescindible reforzar su alcance, especialmente en zonas rurales y comunidades con menos recursos. La creación de un Fondo Europeo para la Inclusión Cultural permitiría eliminar barreras económicas y sociales que limitan el acceso a la cultura. En este sentido, garantizar precios reducidos o la gratuidad en espacios culturales para colectivos como estudiantes o personas en situación económica desfavorecida resulta indispensable. Países como Francia y Alemania ya han implementado medidas similares con éxito, y su adopción a nivel europeo podría tener un impacto significativo. Además, estas medidas pueden complementarse con iniciativas que lleven la cultura a comunidades alejadas mediante programas itinerantes o digitales, asegurando una verdadera inclusión cultural.

Delegada Paula Míguez, Barcelona