Buenas tardes delegados,

Agradezco al delegado Marcos Pérez su respuesta y sus planteamientos detallados acerca de cómo afrontar la problemática, son sin duda interesantes y posibles a poner en práctica. Por ende, coincido plenamente en que el acceso equitativo al arte es un derecho que debemos promover, y creo que las propuestas mencionadas tienen un gran potencial para mejorar la democratización del arte y la cultura.

Analizando las propuestas y preguntas del delegado, me gustaría perfilar la temática de la eliminación de tasas de entrada y su sustitución. Es cierto que la eliminación de tasas parece una solución justa y accesible, pero antes de ponerse en práctica debemos evaluar su sostenibilidad económica. Muchas instituciones culturales dependen de los ingresos generados por estas entradas, cubriendo así sus costos. La sustitución de estas tasas por subvenciones europeas sería viable si se establece un sistema de financiación robusto y bien definido, ampliando por ejemplo los fondos del programa Creative Europe, que ya apoya iniciativas culturales a nivel continental con sus 2.440 millones de euros de presupuesto para 2021-2027. Esto garantizaría que las instituciones no sufran déficits económicos que puedan comprometer su calidad, algo a tener en cuenta a la hora de establecer cualquier medida.

En definitiva, esto combinado con la propuesta del delegado de promover la entrada libre para personas con menor poder adquisitivo y el uso de las tecnologías de la forma que detalla el delegado en su respuesta podría hacer frente a esta concreta fracción del problema.

Con respecto a las preguntas que se plantean, hago algunas sugerencias. Haciendo referencia de nuevo a la temática de las tasas, propongo crear una base de datos en la que puedan introducir sus datos aquellos interesados en acceder de forma gratuita o con descuento a estas actividades culturales, y las condiciones a evaluar podrían ir desde la propia renta hasta criterios adicionales como el nivel educativo y la región de residencia (priorizando zonas rurales o con menor acceso cultural). Esta base de datos podría ser gestionada de forma centralizada a nivel europeo, garantizando la transparencia y la protección de los datos personales de los solicitantes, y permitiría a las instituciones culturales establecer sistemas de entrada más inclusivos y equitativos.

Otra posible iniciativa que podría contribuir a esta causa sería la creación de una Asociación Cultural Europea, un programa que permita a los ciudadanos suscribirse pagando una cuota mensual fija para obtener una tarjeta que otorgue acceso a una amplia gama de experiencias culturales. Me gustaría matizar que este sistema debería crearse de tal forma que quede establecida una clasificación por niveles. Un ejemplo sería establecer un primer nivel básico que otorgue acceso a museos, galerías de arte y monumentos históricos de la región local; otro intermedio que incluya eventos especiales como son exposiciones temporales, festivales culturales y visitas guiadas de cualquier forma de patrimonio en el país; por último, un nivel avanzado que garantice un acceso total a eventos culturales por toda la Unión Europea, desde la visita a monumentos emblemáticos hasta conciertos.

Esta tarjeta también podría estar vinculada a beneficios adicionales, como descuentos en librerías, cursos en línea sobre arte y cultura, o visitas virtuales a instituciones internacionales. La financiación del programa podría provenir de una combinación de las cuotas de los suscriptores y subvenciones de la Unión Europea, con la posibilidad de ofrecer versiones gratuitas o de bajo costo para personas con bajos ingresos.

¿Creen que sería viable implementar la Asociación Cultural Europea tal como se propone? ¿Qué piensan al respecto?

Muchas gracias.

Delegada Ana Aguilar Blanco, Colegio San José